Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales https://nanniezvsw431232.webbuzzfeed.com/38945665/el-gesto-de-zidane-que-dio-la-vuelta-al-planeta